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miércoles, 21 de septiembre de 2011

Paciencia


                                 

Un hombre y una mujer estuvieron casados por más de 60 años. Ellos habían compartido todo, hablaban de todo y no se habían guardado ningún secreto nunca. Lo único que no compartían era, que la viejita tenía en su closet una caja de zapatos y le había pedido a su esposo que nunca la abriera y que no le preguntara sobre ella.
Durante todos estos años, él nunca pensó en la caja, pero un día la Viejita se enfermo mucho y el Doctor les dijo que ya no se recuperaría de su enfermedad.El viejito tratando de arreglar todas las cosas de la viejita antes de que muriera, se topo con la caja de zapatos y se la llevo a la viejita a su cama. Ella le dijo que ya era tiempo que supiera lo que había adentro,  Cuando la abrió encontró  dos muñecas de Crochet y una pila de dinero, eran 95,000 dólares. Él sorprendido  le pregunto sobre el contenido de la caja y ella le dijo  “Cuando nos casamos, mi abuela me dijo que el secreto de un buen matrimonio era nunca  discutir, me dijo que cada vez que me enojara contigo, yo debería Guardar silencio y tejer una muñequita de Crochet”.  El viejito se tuvo que contener para no derramar unas lágrimas, ya que solo había dos muñecas en la caja. Así que ella solo se había enojado con Él dos veces, en todos  esos años llenos de amor y entendimiento. El estaba que no se lo creía y sumamente  conmovido. “ Oye amor” le dijo el viejito ya entendí lo de las muñecas….. “pero ¿el dinero?, ¿de dónde salió?” Ah le dijo la viejita, “ese dinero es lo que gane de todas las muñecas que vendí durante todos estos años”  Y  la plegaria que me enseño y que debería repetir la esposa es: DIOS te pido SABIDURIA para entender a mi hombre, AMOR para perdonarlo, y PASIENCIA por sus estados de ánimos cambiantes, porque si te pido que me des FUERZA seguro lo mato a trancazos ya que no sé tejer muñequitas de Croché.


Por lo tanto hermanos amémonos  de corazón teniendo Paciencia, tolerancia  Humildad Sencillez de amar a nuestros semejantes aunque estos tengan muy deteriorados sus caracteres si  El ETERNO nos amo tanto que dio a su hijo, cuanto más nosotros que fuimos llamados desde el vientre de nuestra madre para oír, esta Hermosa y Bendita palabra de amor y ser llamados también hijos de Dios

martes, 13 de septiembre de 2011

Jesús y la ley de Moisés (La ley de Moisés es la ley de Dios)


“En la silla de Moshé se sientan los perushim (escribas) y soferim.
Todo cuanto Moshé ha dicho, guardadlo y hacedlo, pero las
interpretaciones que ellos hacen de esos mandamientos no los
sigáis…” (Mateo 23:2, 3. NT. Hebreo español).
Previamente establecimos, que cuando Jesús cita la ley de Dios la
llama de acuerdo a su nombre oficial… “Ley de Moisés”. ¿Qué nos
enseña nuestro Salvador acerca de ella? El divino Maestro había
dicho a la gente y a sus discípulos (Mateo 23:2, 3) que debían
guardar la ley mosaica, pero no a la manera en que lo hacían los
fariseos, es decir, siguiendo interpretaciones humanas. Veamos una
enseñanza de nuestro Señor que es de vital importancia:
“17¡Ni os pase por la mente la idea que he venido a declarar abrogada
la Torah o a los profetas! No he venido a abrogar, sino a mostraros
cómo interpretarla correctamente. 18Porque de cierto os digo, hasta
que pasen el cielo y la tierra, ni una Yiod, ni un adorno de una letra
sagrada, pasará de la Torah hasta que todo lo dicho en ella haya sido
totalmente enseñado y alcanzado su intención original. 19Por tanto,
quien quiera que a propósito desobedezca uno solo de los
mandamientos de la Torah, que le sea aplicable, aún tratándose de los
“pequeños” y cause así que los hombres también le desobedezcan,
muy pequeño será al reino de los cielos. Más cualquiera que los
obedezca y enseñe a los hombres cómo obedecerlos, muy grande será
llamado en el reino de los cielos”
¿Podríamos pensar que nuestro Señor estaba protegiendo
exclusivamente la ley del sábado y los Diez mandamientos? NO.
Jesús esta poniendo un «blindaje» alrededor de toda la ley de su
pueblo. Compare ahora aquellas expresiones divinas del Salvador con
las de los líderes antifiestas actuales:
“Cristo quitó las fiestas solemnes y las puso en la cruz… Jesús vino a
quitarnos la cédula de las fiestas (Colosenses 2:14). Que el fin de las
fiestas es Cristo (Romanos 10:4)… Que las fiestas fueron nuestro
«ayo»… Que Cristo nos quitó el ayo (Gálatas 3:19, 24)… Los
apóstoles declararon anuladas las fiestas en el concilio de Jerusalem
(Hechos 15)… Que las fiestas eran una carga tan, tan difícil que ni el
judío podía llevar… Que los que guardan las fiestas están bajo
maldición”… etc.


Sin recato alguno, estos “maestros” religiosos afirman (aún en contra
de lo que precisó el Señor en Mateo 5) que Jesús eliminó la ley de
Moisés y las Fiestas solemnes. Pero le pido que observe nuevamente
tales argumentos. ¿Se percató ya que con esos mismos enunciados
defienden su credo los católicos y protestantes para no guardar el
shabat? Continuamos con la explicación de Mateo 5:17
Versículo 17: Aquí nos asegura el mismo Jesús que Él no vino a
abrogar nada de las leyes judías, sino a mostrarnos la recta
interpretación de la Torah. Cuando el Hijo de Dios llegó, entonces la ley
mosaica cobró su verdadero sentido. Pablo sostiene en sus cartas lo
que le reveló el Maestro: que en el cuerpo del Señor están expresados
los sacrificios y ritos del AT. Por lo que tales ritos siguen existiendo en
estado espiritual. El Señor Jesús solo movió la ley de un punto a otro,
pero nunca la destruyó. [Recordad el pan ázimo y la copa,
sustituyendo el cordero asado y las hierbas amargas de Pascua.]
Versículo 18: Habla de la perpetuidad de la ley… «Ni una yiod, ni un
tilde perecerá de la ley».
Versículo 19: Lea nuevamente el texto y se dará cuenta que en este
error están incurriendo los dirigentes antifiestas: …“Por tanto, quien
quiera que a propósito desobedezca uno solo de los mandamientos de
la Torah, que le sea aplicable, aún tratándose de los “pequeños” y
cause así que los hombres también le desobedezcan, muy pequeño
será llamado al reino de los cielos”...


Observación: Los antifiestas defienden la ley del sábado ante los
protestantes así: “El día solemne del sábado queda vigente, lo que
queda nulificado en la cruz son los sacrificios y ofrendas que se hacían
conforme al sacerdocio levítico, pero el sábado glorioso permanece
intacto. Así nosotros -la iglesia de Dios (Israelita)- cuando
defendemos las Solemnidades de Dios ante los antifiestas, les
devolvemos la misma explicación, pero es entonces cuando éstos
sufren de “sordera”… “No oigo, soy de palo”…dicen.


Vea lo valioso -o “perjudicial”- de la ley de Moisés. Luego poniendo la
mano en su corazón atrévase a afirmar, lector, que Jesús murió en el
madero por quitarnos la “carga” de estos principios:


La ley de Moisés enseña el amor al prójimo (Levítico 19:18).
La ley de Moisés promueve el temor a Dios (Deuteronomio 6:2, 13).
La ley de Moisés nos manda amar a YHWH (Deuteronomio 30:16, 20).
La ley de Moisés procura las bendiciones del Eterno (Deuteronomio
30:19).

La ley de Moisés prohíbe enseñar la doctrina falsa (Deuteronomio
18:22).
La ley de Moisés prohíbe torcer el derecho del prójimo (Éxodo 23:6).
La ley de Moisés prohíbe la adivinación: Deuteronomio 18:10-12).
La ley de Moisés promueve el buen trato al extranjero (Éxodo 23:9).
La ley de Moisés exige enseñar la Palabra de Dios a nuestros hijos
(Deuteronomio 6:1-7; 11:19).
La ley de Moisés enseña a amonestar al desobediente: Levítico 19:17;
Salmo 141:5).
La ley de Moisés prohíbe el agravio al prójimo en todas sus formas
(Deuteronomio 25:13-16, 36).
La ley de Moisés prohíbe al hombre vestir como mujer y viceversa
(Deuteronomio 22:5).
La ley de Moisés prohíbe los tatuajes (Deuteronomio 14:1, 2; Levítico
19:28).
La ley de Moisés prohíbe quitarle o ponerle palabras a la enseñanza de
Dios (Deuteronomio 4:2).
La ley de Moisés prohíbe la relación sexual del hombre con las bestias
(Éxodo 22:19; Levítico 18:23).
La ley de Moisés prohíbe el maltrato a la viuda y al huérfano (Éxodo
22:22-24).
La ley de Moisés enseña la reverencia al ancianito (Levítico 19:32).
La ley de Moisés prohíbe las relaciones sexuales entre parientes
cercanos y lejanos (Levítico 18:1-20).
La ley de Moisés prohíbe las relaciones homosexuales (Levítico
18:22).
La ley de Moisés prohíbe ser testigo falso (Éxodo 23:1).
La ley de Moisés prohíbe comer animales impuros (Levítico 11).
La ley de Moisés prohíbe comer sangre (Deuteronomio 12:16).


La lista sería interminable, así que por el momento solo le quise
mostrar estos pequeños ejemplos.)

¿Podría usted seguir insistiendo en que nuestro Señor murió para
quitarnos la “carga” tan pesada que causan en el alma del creyente
todos estos valores morales? ¿Favorecen nuestra vida espiritual estas
normas o las perjudican? Si el Redentor en verdad abolió estas leyes,
¿no piensa que esto solo contribuiría a generar más desorientación y
maldad en el mundo? Según Mateo 5:17, ¿a qué nos alienta el Señor
Jesús? R: A enseñar y guardar las leyes de Dios.
El apóstol Santiago, coincide con las instrucciones que él mismo
recibió del Maestro:
“10Pues cualquiera que observa toda la Torah, pero transgrede en un
punto, se hace culpable de todos. 11Porque el que dijo: No adulterarás, también dijo; No asesinarás. Ahora bien, si no cometes adulterio, pero
asesinas, te has hecho transgresor de la Torah” (Santiago 2:10, 11).
Los pasajes implican lo siguiente: Si algún buen cristiano guarda el
sábado, diezma, observa la ley alimenticia, pero al mismo tiempo
rechaza las Fiestas solemnes viene a ser un TRANSGRESOR DE LA
LEY. Para la nación judía, eliminar solo una fracción de la Torah
significa tanto como quitarse trozos de piel, la cual no hace sino
proteger al cuerpo. Por lo tanto la ley es vida, Salomón ratifica esto así:
“Guarda mis mandamientos y vivirás, dice el Eterno” (Proverbios 7:2).
Por ello es que nuestro Señor en Mateo 5:17-19, mandó un mensaje
muy fuerte a los judíos incrédulos de su época que pensaban que Él
estaba invalidando la doctrina y leyes de Moisés. Empero, también, el
mismo mensaje lanza el Señor a todos los religiosos de nuestros días,
que ignorando el espíritu de la Torah creen igual. Imagínese usted
lector, si Jesús hubiera descalificado a Moisés, ¿no sería
desacreditarse a sí mismo, ya que Moisés escribió de él? (Lucas
24:27, 44-46; Hechos 3: 20-23).









Iglesia de Dios (Israelita)
 Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo; efesios: 2:20




Jesús y la fiesta de las Cabañas


Ilustración: Debatiendo un líder sabático (de los antifiestas) con un
protestante sobre la vigencia del Sábado, decían:
“-No hay evidencias en el NT, para la guarda del Sábado (Decía el
anti-sabático)
- ¡Claro! En Lucas 4:16-17, se ve claramente que Jesús guardaba el
sábado.(Argumentaba el sabático)
-¡No es cierto! Jesús iba a las sinagogas a predicar el evangelio y no a
guardar del sábado. Así lo dice en el verso 18-21. Léale bien… «Y
Jesús se levantó a leer»… dice ahí.
-¡Qué locura! Cristo sí guardaba el sábado porque era parte de la ley.
Si Jesús no hubiera guardado el sábado entonces estaría pecando y él
nunca violó la ley”.
Termina la plática, pero ni uno ni otro se dejaron convencer. Mas el
sabatista se fue pensando: ¡Que locura! Cómo puede decir este
hombre que Jesús violó la ley y el sábado. Ésta sí que es una
blasfemia.
Hermano lector; le propuse este ejemplo, para que lo tenga como una
referencia y reflexione mejor sobre la cuartilla siguiente: El “Abogado
de la Biblia” (con fecha de Marzo-Abril de 1993), enseña lo siguiente
sobre Jesús y la fiesta de las Cabañas6 . Le presento algunas
porciones del texto de dicha revista:
“Algunas personas que apoyan la idea de la celebración de las fiestas
del Antiguo pacto, sostienen que Jesús subió a celebrar la fiesta de las
Cabañas… ¿Estuvo Jesús sujeto a aquella ley? ¿Subió Jesús a
aquella fiesta con sus ofrendas? ¿Llevó los animales que exigía la ley,
según Números 29:12-14? ¡NO! Nada de eso, él no subió al lugar en
donde los judíos estaban celebrando las Cabañas por cumplir con la
ley de Moisés…
¿Mostró Jesús sujeción a las leyes de Moisés? En Juan 8:3-10, Jesús
perdonó a la mujer adúltera, no obstante lo que decía la ley de Moisés
(de apedrearles). ¿Se puede decir que Jesús obedeció la ley de
Moisés? NO”…

Ahora sugiero a mi lector que compare este relato con la anécdota anterior. ¿Notó usted que los altos mandos de la doctrina anti fiestas,
emplean un método de argumentación totalmente falto de santidad?
¿Advirtió la “doble” moral con la actúan al defender su doctrina? Su
servidor no alcanza a comprender, cómo se puede tener por blasfemia
el que alguien diga que Jesús no guardó el sábado y después,
cómodamente abrace la idea de aquel protestante “blasfemo” para
aseverar sin temor que Jesús tampoco respetó la Fiesta de las
Cabañas. Luego, afirman ellos tajantemente que el Señor se opuso a
la observancia de la ley de Moisés. ¿No le parece lector, que declarar
que Jesús (única criatura justa y obediente de este mundo) dejó pasar
de largo una Fiesta solemne, es lo mismo que decir que Él pecó?
¿Está usted de acuerdo en que el Hijo de Dios cometió pecado? Para
un servidor, tal expresión sí que es una mega blasfemia. ¿Habrá Jesús
llevado las ofrendas que marca la ley para el día sábado y las que se
prescribía para la fiesta de Cabañas? “Más el día del sábado, dos
corderos de un año… y dos décimas de flor de harina amasada con
aceite, por presente con su libación” (Números 28:9). De antemano, en
la Iglesia de Dios (Israelita) creemos que el Señor Jesús, como el
mejor de los judíos, SÌ CUMPLIO con todas las leyes de su Padre
hasta en los detalles más mínimos, aunque los textos de la Escritura
omitan los pormenores de cómo el Señor acudía a las Celebraciones
solemnes. Jesús, es el modelo perfecto de obediencia y humildad para
el mundo entero (Gálatas 4:4). También enfatizan los antifiestas que el
Salvador invalidó la ley de Moisés al evitar que aquellos judíos
apedrearan a la mujer adúltera (Juan 8:7). Pero esta declaración
también es engañosa, porque nuestro Señor nunca se opuso al
cumplimiento de la ley mosaica. Él indicó a aquellos hombres: “El que
esté sin pecado ARROJE la primera piedra” Pero ninguno se atrevió a
lanzarla. ¿Por qué? Porque todos eran pecadores, y no solo aquella
mujer. Queda sentado que el Maestro dijo: “ARROJEN SU PIEDRA”,
es decir, que se cumpla la ley de Moisés, pero que empiece el de
corazón más puro, o sea… ninguno. ¿Advierte por qué esta norma
mosaica no es aplicable en nuestros días, así esté vigente? Porque,
por ejemplo: ¿quién de limpio corazón podría arrojar hoy una piedra
contra usted hermano? Nadie. Lo que hizo Jesús, fue instruir a la
gente sobre el verdadero significado de la bendita Torah, cuando al
herir las fibras más íntimas del corazón de aquellos injustos hombres
–los que iban a lanzar la piedra- les hizo entender que de igual manera
ellos merecían el mismo castigo por todos sus pecados ocultos. Esa
forma de razonar la Escritura no la entendieron aquellos fariseos y ni
tampoco lo entienden muchos líderes religiosos hoy. Vea un ejemplo
más y note que Jesús respetaba y enseñó a respetar la ley de Moisés:
“Entonces Jesús le dijo: Mira, no lo digas a nadie; mas ve,
muéstrate al sacerdote y ofrece el presente que mandó Moisés para testimonio a ellos” (Mateo 8:4).


¿Se percató ya que el Redentor jamás menospreció la ley mosaica?
Colocar entonces a Jesús como un judío que abrogó las leyes de
Moisés -tal como enseñan los líderes del 7º día- equivale a
considerarlo como un Mesías anti-judío y anti-Torah. Si la verdad
fuese como la pintan los del 7º día, Jesús el Nazareno NO SERÍA EL
VERDADERO MESIAS. Pero… ¿Sabe lector? Estas creencias
provienen del Cristianismo romano. ¡Sí! Es el catolicismo quien ha
enseñado generación tras generación, que Cristo vino a ponerle fin a
las leyes judías estableciendo como válida únicamente la doctrina
“Cristiana”, dejando excluida a la nación santa de Israel. Este Cristo
greco-romano, entonces NO es el verdadero Salvador del mundo.
Es una pena, que grupos sabáticos modernos que presumen ser la
“verdadera iglesia”, hayan terminado por seguirle el juego a las
interpretaciones del «romanismo», apartándose de las raíces hebreas
de la iglesia original. El Mesías de Israel, fue el mejor de los judíos; el
verdadero Mesías fue un hombre sujeto a los pactos y a las promesas;
el auténtico Mesías mostró en todo tiempo un profundo respeto a la
ley mosaica; El Mesías judío, es nuestra puerta de entrada hacia la
república del Israel de Dios. Éste es nuestro Señor y Mesías. ¿Desea
alguien aceptar este Mesías judío y abandonar el «Cristo»
greco-romano?
Su servidor quisiera en verdad comprender, cómo es que nuestros
antiguos hermanos (hoy antifiestas) llegaron a menospreciar las
hermosas Festividades de Dios. Pero mire, cómo tal actitud les fue
llevando poco a poco a pronunciar mayores falacias.
Enseñar a la gente que Jesús violó las festividades religiosas, es
vituperar al mismo Yeshúa (Jesús) y es lo mismo que menospreciar su
sacrificio. Tal comportamiento, ¿no cree usted que en lugar de
acercarlos al reino, los excluye de él? [Más sobre Jesús y la ley, en el
cap. X.]
Resumen breve de este capítulo
• Jesús observó todas las festividades del pueblo de Dios, sin
excepción.
• El movimiento antifiestas afirma rotundamente que Jesús no
guardó la Fiesta de las Cabañas, y que ni tampoco cumplió con
la ley de Moisés; sin embargo, nuestro Señor enseña totalmente
distinto a estos falsos maestros. ¿Usted a quién le cree? ¿Quién
tiene la verdad de Dios? R: Jesús y su iglesia tienen la verdad.
• Las Fiestas que guardó Jesús son judías. También la fe de los
creyentes originales era judía. Toda la enseñanza de la Escritura es 100 % judía.
IDI, Localidad de Mejicanos San Salvador; El Salvador; América Central


jueves, 8 de septiembre de 2011

¡Que hermoso en los montes los pies del mensajero, pregonero de la paz
mensajero de la dicha, pregonero de la Salvacion, que dice a Sion:" Reina tu Dios"
Isaias 52:7 version castilla